"El Señor Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta." Juan 7:16-17.
El Señor Jesucristo es nuestro gran maestro y ejemplo, Él mismo anunció el mensaje de Dios sin alteración, con su vida y obra dio cumplimiento a todas las profecías del antiguo testamento que a Él se referían.
Una sana doctrina debe ser corroborada en su totalidad a la luz de las Escrituras; debe revelar la naturaleza de Dios en la persona de Jesucristo.
En la Iglesia Bautista del Norte profesamos y enseñamos la fe cristiana con los lineamientos pronunciados según:
Hechos 2: 42 “ Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones."
Con una sana doctrina el creyente crece espiritualmente nutrido por las palabras de la fe y de la verdad que le permiten discernir la voz de Dios para su vida en medio de un mundo confundido.
Toda la Escritura es dada por inspiración de Dios, el creyente es responsable de buscar la sana doctrina, leer, escudriñar, estudiar, meditar y guardar las escrituras, con el fin de vivir la vida cristiana que agrada a Dios, despojándose de todo peso de pecado que no conviene a un hijo de Dios, corrigiendo el andar diario por el camino que es iluminado por la Palabra de Dios.